Este nuevo concepto de la gestión está basado en la necesidad de avance continuo, entornos dinámicos y necesidad de rápidas respuestas. Y de este modo ¡no hay tiempo a perder! Las ideas tienen que transformarse en productos lo antes posible, ir al mercado y aplicar mejoras inmediatamente (escuchar al mercado).
La única manera de alcanzar la velocidad que el mercado nos solicita al día de hoy es ¡no perder el tiempo!